El libro que presentamos contiene la descripción de un largo proceso de estudios ecuménicos sobre la Reforma y el sentido realmente ecuménico que su "celebración", el 31 de octubre de 2017, puede tener. Es un estudio importante, diría yo, porque expone detalladamente el largo proceso realizado para investigar el sentido ecuménico que el recuerdo de los quinientos años de la Reforma puede y de be tener para el conjunto de la ecúmene.
Así, estamos ante los resultados -aceptados por unanimidad- de un estudio realizado entre 2009 al 2014 por el equipo ecuménico de trabajo formaclo por teólogos católicos y evangélicos, presidido por el arzobispo católico emérito de Maguncia, Cardenal Karl Lehmann y el obispo de la iglesia evangélica de Kurhessen-Waldeck, Martin Heim (lista de los miembros católicos y evangélicos, cfr. pp. 119-122). Los teólogos Dorothea Sattler, católica, profesora en Münster y Volker Leppin, evangélico docente en Tübingen, han preparado este detallado informe. Veamos de qué se trata.
Se trata de una contribución católica y evangélica sobre cómo debe ser hoy el modo correcto de entender la Reforma: "Es urgente una comprensión siempre más críticamente objetiva de la Reforma "y "es un asunto que toca a todos los creyentes" (p.6). Este texto "puede seguramente ayudar a madurar una valoración más objetiva de la Reforma" (p. 6). Además, hoy día contamos ya con ciertos puntos firmes, fruto de los diálogos inter-confesionales, en que católicos y evangélicos estamos de acuerdo:
1. "Las condenas y las acusaciones que católicos y protestantes se han lanzado en el pasado, hoy no pueden ya ser consideradas de modo simple un elemento de separación entre las iglesias: por consiguiente es un imperativo moral la búsqueda constante, paciente, tenaz, no tanto de un coser un desgarro, sino más bien hacer un camino de conocimiento y de escucha recíproco" (p. 9 s.).
2. Se trata, en el fondo, de aceptar que la conversión constituye una perenne "categoría teoIógica". Por eso, "trabajar continuamente para la reforma de la iglesia es un deber de todos los cristianos" (p. 10).
3. Por último, se puede constatar que "estú en curso una fuerte comprensión ecuménica de la Reforma" (p. 11).
Antes de hablar de las perspectivas ecuménicas de la celebración de la Reforma y de las propuestas concretas que tienen sentido para esta celebración, los presentadores del proceso de este estudio nos ofrecen la historia del proyecto (pp. 25-28), las preocupaciones fundamentales de este grupo ecuménico (pp.28-37) y el papel teológico de presente estudio (pp. 37-41).
La metodología utilizada por este grupo y en este proceso se ha manifestado útil en el importante documento la "'Declaraciòn conjunta sobre la doctrina de la justificación (1999)" y se refleja también en el reciente documento “Del conflicto a la comunión" (2013) (p. 38). Al final de la introducción escrita por los editores de este estudio (pp. 21-41), se afirma algo importante que condicionará las propuestas ecuménicas del último capítulo sobre los retos ecuménicos de la celebración de la Reforma en el ano 2017.
Así, hoy día, aumenta la idea de "'la pluralidad de las iglesias como motivo de aprecio, más que como una razón ec preocupación" (p. 40). Y la razón está en las diversas opiniones acerca de las diferencias sobre la definición del objetivo del ecumenismo y ante la pregunta de saber en qué consiste la unidad visible de la iglesia. Ante estas dos constataciones, la unidad de este estudio está en que ofrece a) una síntesis conjunta de la reconstrucción historica de los sucesos del siglo XVI y b), en combinación con las preguntas fundamentaIes de la eclesiología bajo el punto de vista de la necesidad de una reforma de la iglesia y de la capacidad de reforma de todas las iglesias. "En la ÖAK (Ökumenische Arbeitskreis evangelischer und katholischen Theologinen und Theologen) existe consenso sobre esta afirmación eclesiológica de principio" (p. 41).
En el capítulo sobre las perspectivas históricas (pp. 41-77) se desarrollan de común acuerdo temas tan importantes como: "Los presupuestos del tardío medioevo" (pp. 49-56); "El desarrollo de la Reforma" (pp. 56-68); "Los esfuerzos para lograr un acuerdo" (pp.68-71) y "El nacimiento de las modernas iglesias confesionales" (pp. 71-77).
En el capítulo sobre las perspectivas sistemáticas (pp. 77-92), se desarrollan importantes consideraciones y afirmaciones teológicas sobre: "La Reforma como categoría teológica" (pp. 78-80): "Los atributos de la iglesia como criterios para su renovación" (pp. 80-83); "Ecclesia est semper reformanda et purificanda" (pp.84-86) y "Especificidades confesionales y convergencias" (pp.86-92).
El ultimo capítulo -"Retos ecuménicos" (pp. 92-118)-, comienza analizando y valorando la pluralidad confesional y la "Carta Ecuménica Europea" del año 2001, para pasar luego a dos aspectos tal vez menos conocidos por el público español, pero de gran interés ecuménico. Estos dos aspectos son:
1. "La aceptación de intuiciones reformadoras en la iglesia católica" (pp. 99-102).
2. "lntuiciones católicas recibidas en las iglesias evangélicas" (pp. 102-105).
Finalmente, para concretar la praxis ecuménica para el futuro, este informe propone la aceptación de los retos comunes en la sociedad de hoy "en el cuadro caracterizado por el viejo y nuevo ateísmo, por el agnosticismo y por la indiferencia religiosa": "las teorías y los desarrollos culturales"; "los temas de ética en la discusión social" (p.108); "tener presente la diversidad de las religiones" (p.l09) y tener en cuenta que "hoy las iglesias hablan con una sola voz sobre muchos aspectos que tocan la justicia, la paz y la salvaguarda del creado” (p. 110).
De cara a las celebraciones de año 2017 hay que decir, en primer lugar, que "la reflexión sobre la Reforma refuerza el ecumenismo y la teología ecuménica" (p.113).
Hay que evitar, con todo, una interpretación que sirva para confirmar la propia identidad confesional, conservar estereotipos o hacer fructificar intereses contemporáneos o confesionales.
Debería estar en primer plano:
-"una memoria crítica de las consecuencias no queridas, es decir, la división de la cristiandad occidental'
-y del tentativo reformador dc Lutero para renovar toda la iglesia en eI espíritu del Evangelio" (p.114).
La conclusión de todos los años de estudio y de diálogo presentados en este libro, y aceptada unánimemente, merece ser citada y meditada profundamente:
"La conmemoración de la Reforma es un evento ecuménico por medio del cual puede profundizarse la comunión entre la iglesia evangélica y la iglesia católica. En esta celebración puede manifestarse que entretanto, como consecuencia del intenso trabajo ecuménico y de las múltiples colaboraciones, las cosas comunes de las iglesias son con mucho superiores a las diferencias que aún permanecen. La comunión puede ser vigorizada a partir de la reflexión sobre las tareas que hoy se ponen conjuntamente a las iglesias en eI espíritu reformador: anunciar el evangelio, explicar de modo claro a las personas la Sagrada Escritura como libro de la vida, recordar la responsabilidad de todas las cristianas y de todos los cristianos hacia el prójimo vecino y lejano, reforzar el testimonio común de las iglesias en las instituciones políticas y alabar en todo al Dios triuno como origen y fin de toda vida" (p.117s.).
H. Vall, in
Actualidad Bibliografica 2/2016, 161-163